Un depósito a plazo fijo es un producto financiero mediante el cual un particular o una empresa puede depositar una cantidad de dinero en un banco durante un periodo de tiempo determinado, a cambio de una rentabilidad fija, a un tipo de interés fijo, con anterioridad pactado con el banco. ¿A quién está dirigido? Están dirigidos a todas aquellas personas que quieran conseguir rentabilidad por sus ahorros de forma estable y segura.
Seguramente te preguntes, cuándo podrás recuperar el dinero depositado y lo acumulado por ello. El pago de estos intereses se hará durante, o al finalizar dicho periodo de tiempo estipulado, según lo acordado con la entidad financiera en cuestión.
Todo depósito a plazo fijo tiene una serie de tipos de interés. ¿Qué es un tipo de interés? En los depósitos bancarios, el TIN (Tasa de Interés Nominal) constituye el porcentaje de los beneficios obtenidos, aunque no tiene en cuenta las comisiones o gastos asociados al producto. Más importante si cabe es contar con el TAE (Tasa Anual Equivalente), ya que, en los depósitos bancarios, la TAE es clave para comprobar qué opción es más beneficiosa, ya que es posible que sea más baja que el TIN y puede ayudarte a decidirte por un producto u otro.
Generalmente, cuanto mayor es el plazo del depósito, mayor es el tipo de interés ofrecido por la entidad. Al vencimiento del depósito, el cliente recibirá su capital inicial más los intereses generados durante el plazo acordado (menos la retención fiscal, si esta aplicase).
¿Quién determina los tipos de interés? Los tipos de interés vienen determinados por los bancos centrales y varían dependiendo del tipo de interés nominal (TIN) y la tasa de inflación. En el caso de la Zona Euro, lo hace el Banco Central Europeo (BCE). Cuando busques el mejor depósito para ti, es importante que analices bien los siguientes aspectos:
- Rentabilidad: Dado que el TIN no tiene en cuenta las comisiones o gastos asociados al producto, debes revisar a conciencia el TAE.
- Plazo: Tiempo que estará tu dinero parado bajo el techo del banco. Ya que, si no estás seguro al 100% de que no necesitarás el dinero en ese plazo, quizá sea mejor contratar otro producto.
- Importe mínimo y máximo: La media suele estar entre 5.000€ y 100.000€. Todo lo que se salga de esos rangos suele quedar fuera de un depósito a plazo fijo y debes acudir a otro tipo de estrategia para maximizar tu dinero.
- Renovación: Existen entidades financieras que renuevan este tipo de producto anualmente. Observa con atención las clausulas de lo que firmes, para no llevarte ninguna sorpresa.
- Cancelación: Debes conocer la posibilidad de penalización en caso de que la hubiera, si necesitaras sacar el dinero del depósito, con anterioridad a la fecha pactada.
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