Definición del producto.
Un depósito ordinario es un préstamo al banco, que acuerdas que te devuelva en un tiempo determinado, y con una rentabilidad pactada con anterioridad. Tú depositas tu dinero en tu entidad bancaria por un determinado periodo de tiempo, y cuanto más largo es ese tiempo, mayores suelen ser los beneficios que tengas por tu dinero.
Sin embargo, un depósito estructurado es un producto que combina la inversión del plazo fijo, y de la renta variable. Es decir, es un tipo de depósito que ofrece, al que lo contrata, una rentabilidad variable (y no asegurada), ya que está vinculada, bien a la evolución de uno o varios índices bursátiles o, también, a la cotización de un grupo de acciones u otro activo subyacente.
Para lograrlo, debemos, por un lado, tener un depósito bancario tradicional y por otro uno o varios activos subyacentes, al que vincular el rendimiento del depósito. Como resultado, la rentabilidad de estos productos pasa a ser variable, por eso también se los denomina depósitos referenciados.
El capital invertido estará asegurado durante el periodo de tiempo contratado, pero la rentabilidad podrá variar. Por lo tanto al finalizar el periodo sabrás exactamente lo que recuperas de tu inversión, pero nunca sabrás por anticipado el beneficio que podrán darte tus ahorros.
Funcionamiento del producto.
Su funcionamiento es relativamente sencillo. Para poder superar la rentabilidad de un depósito tradicional, vincularemos su rendimiento a la evolución de algún índice bursátil o una cesta de acciones de una empresa, entre otros. Si llegada la fecha final, las acciones de referencia han cumplido las condiciones que marca el contrato, se le pagará la remuneración máxima ofrecida.
La parte negativa es que ese rendimiento mínimo suele ser muy reducido con relación al tiempo que es necesario conservar la inversión.
Ventajas del producto.
- Seguridad: Se trata de una inversión sin riesgos. Esta característica es compartida con los depósitos tradicionales. Suelen garantizar el capital invertido. Además, en España contamos con la cobertura asegurada de hasta 100.000 euros por usuario y entidad financiera, en caso de quiebra del banco, desde el Fondo de Garantía de Depósito (FGD).
- Potencial de la rentabilidad: Si las condiciones que se marcan salen según lo previsto en el contrato, y los activos subyacentes evolucionan de forma favorable, el beneficio superará con creces al de un depósito tradicional.
Desventajas de los depósitos estructurados.
- Falta de liquidez: como ahorrador, no podrás retirar el dinero depositado cuando quieras. Deberás esperar hasta el vencimiento del contrato para recuperar el dinero invertido. Si quisieras recuperarlo con antelación, seguramente te verás penalizado considerablemente.
- Rentabilidad a ciegas: No podrás saber nunca con antelación el beneficio de tu inversión hasta la fecha de vencimiento. Este rendimiento suele estar limitado. Es decir, aunque el activo haya subido un 200%, solo recibirás como interés lo pactado.
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