En España, un depósito bancario es un producto financiero mediante el cual una persona (el depositante) entrega una cantidad de dinero a una entidad financiera (el banco) durante un período determinado y, a cambio, el banco se compromete a devolver ese dinero junto con unos intereses previamente acordados.

Un depósito ordinario es un préstamo al banco, que acuerdas que te devuelva en un tiempo determinado, y con una rentabilidad pactada con anterioridad. Tú depositas tu dinero en tu entidad bancaria por un determinado periodo de tiempo, y cuanto más largo es ese tiempo, mayores suelen ser los beneficios que tengas por tu dinero.